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martes, 14 de agosto de 2012

fusil Heckler & Koch G11

 introducción:

 El fusil de asalto Heckler & Koch G11 es un prototipo de fusil bullpup desarrollado durante las décadas de 1970 y 1980 por el Gesellschaft für Hülsenlose Gewehrsysteme  (en alemán: "Sociedad de sistemas para fusiles sin casquillo"), que es un conglomerado de compañías lideradas por el fabricante de armas de fuego Heckler & Koch (diseño mecánico del arma), Dynamit Nobel (composición de la munición y diseño del proyectil), y Hensoldt Wetzlar (sistemas ópticos y de identificación de blancos). El fusil se destaca por su forma prismática, color verde, y el uso de munición sin casquillo.

Lo que pedía el programa ACR (Advanced Combat Rifle) no era poco, sobre todo teniendo en cuenta que se pensaba que, en materia de armas automáticas, todo lo que podía ser inventado había sido inventado...

No es raro que por eso tres de las cuatro empresas participantes hayan pensado en un enfoque similar: idear una munición diferente, más veloz o más eficaz, pero que fuera utilizada en un arma bastante convencional en diseño interno y externo. Sin duda que por eso los grande avances logrados por el ACR fueron en materia de munición.

Pero hubo una empresa que tuvo una idea diferente de la situación. Se trataba de la alemana Heckler & Koch, que había nacido de las cenizas de la segunda posguerra, de mano de un puñado de diseñadores sin trabajo. Esta empresa rápidamente se había hecho famosa por sus diseños innovadores, siendo una de las primeras en apostar por el diseño de armas con grandes cantidades de materiales sintéticos.

El proyecto ACR de esta empresa fue sin duda el más novedoso y ambicioso. Pero no era una idea nueva, sino que provenía de algunos dilemas que ya habían sido enfrentados en el pasado. Sin embargo, una vez puestos a trabajar en el problema, tal vez ninguno de los encargados llegó a pensar que harían historia, poniendo de cabeza todos los conceptos sobre armas de fuego que existían en el mundo.

 primer propuesta de este fusil:

 En 1970, el Departamento de Defensa de Alemania Occidental hizo un pedido para un arma realmente revolucionaria. Era una completísima lista de criterios de diseño a tener en cuenta para la creación de un arma que multiplicara las capacidades de los soldados alemanes en combate individual. Había comenzado la búsqueda de lo que luego se conoció como G11.

 Como se ve, no era nada sencillo, pero H&K comenzó a trabajar. Nadie sabía en ese momento que luego de casi dos décadas de trabajo, el diseño competiría también por ser el fusil de reglamento del ejército de EEUU en el programa ACR.

 municion totalmente revolucionaria:
 
Los expertos de la H&K atacaron el problema de raíz. Si el asunto era la baja candencia de disparo, había que elevarla a toda costa. ¿Pero cómo? La respuesta era eliminar todo subproceso superfulo del proceso de disparo. Esto solamente podía lograrse ideando una munición totalmente original.

 Se trataba de una idea casi descabellada, evidentemente difícil y hasta peligrosa por los altos costos de experimentación derivados de un concepto tan nuevo, tan extraño. Pero se siguió adelante con la idea.

El trabajo sobre el G11 había comenzado ya en 1969, y teniendo en cuanta los pedidos del gobierno alemán, la H&K planeaba tener el nuevo fusil para entrar en servicio hacia 1990.

Pero para encarar semejante desafío hizo falta la unión de dos compañías especializadas, para atacar al problema desde dos frentes. Por un lado estaba Heckler & Koch, para el diseño del arma. Por el otro lado estaba Dynamit Nobel, para diseñar la munición. Juntas, estas compañías se conocieron como GHGS o Gesellschaft für Hülsenlose Gewehrsysteme (Corporación para Sistemas de Fusiles Sin Vaina). Luego se asoció también la empresa óptica alemana Hensoldt/Wetzlar, que fue la que creó el sistema de mira principal para el fusil.

Entre 1981 y 1986, luego de muchos años de esmerada labor, se logró llegar al final del desarrollo de los cartuchos del G11. El proyectil fue encapsulado dentro de un prisma de pólvora, que está protegido por una laca especial (necesaria, obviamente, para poner a prueba de agua y del clima el propelente). Dicho propelente era también especial, ya que podía alcanzar cerca de 100 grados centígrados sin estallar. Esto parece ser que era para evitar que el cartucho encendiera solo, al introducirse en una recámara muy caliente.

primer modelo de la munición sin váina:

 Cada cartucho tenía la cualidad extra de ser prismático, es decir, de sección rectangular, siendo más eficiente así en el uso del espacio dentro del cargador (comparado con los actuales cartuchos de sección redonda).

Los cartuchos del G11, calibre 4.7 x 33 mm, miden 7.9 mm de ancho y 32.8 mm de largo. Pesan 5.2 gramos y el peso de la bala es de 3.2 gramos. Son, como se puede ver, un 40% más pequeños con los del calibre 5.56 mm.

Tal vez una de las más publicitadas ventajas de la munición sin vaina y del G11 en particular fue la de poder cargar una cantidad enorme de munición. Fue uno de los más fuertes argumentos que parecen haber sido esgrimidos para lograr que el G11 ganara el programa ACR. Sobre todo teniendo en cuenta que los demás diseños, derivados en parte de sistemas convencionales, no parecían exceder la capacidad de sus "padres". Esto era especialmente cierto en cuanto al Steyr ACR, que apenas llevaba 24 cartuchos.

No solamente la munición era más pequeña, sino que también era más liviana, ya que no tenía vaina de ninguna clase. Esto daba como resultado un ahorro impresionante en peso y espacio. Por otra parte, los cargadores se cargan con secciones de 10 cartuchos unidos, para evitar que la recarga manual sea algo demasiado tedioso.

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